
Nada es duro si la voluntad real es la de ganar SIEMPRE.
La voluntad de ganar no es una emoción pasajera ni un deseo superficial. Es una convicción feroz que nace del compromiso con uno mismo. Es la llama que arde incluso cuando el cuerpo está agotado y la mente tentada a rendirse. Ganar no siempre significa vencer al otro, sino superar las propias dudas, los propios límites, el ruido interno que susurra que no puedes. En palabras de Bruce Lee, no se trata solo de querer hacerlo, sino de decidirlo con cada célula del cuerpo. Porque quien posee la voluntad de ganar, ya ha dado el primer paso hacia la victoria.
Ganando!